La 36ª edición de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, FILBo, organizada por la Cámara Colombiana del Lilbro y Corferias, fue inaugurada anoche en una emotiva ceremonia encabezada por el presidente de la República, Gustavo Petro; y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Junto a ellos, estuvieron en la mesa principal, las primeras damas de Colombia y Brasil, Verónica Alcocer y Janja Lula da Silva, respectivamente; el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán; los ministros de Cultura de Colombia y Brasil, Juan David Correa y Margareth Menezes; el embajador de Brasil en Colombia, Paulo Estivallet de Mesquita; el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bogotá; el presidente de Corferias, Andrés López Valderrama; y el presidente de la Cámara Colombiana del Libro, Emiro Aristizábal.
Mientras que el presidente Gustavo Petro, resaltó el peso histórico de La vorágine, obra cumbre del escritor colombiano José Eustasio Rivera; el presidente brasileño destacó la importancia de la lectura y la literatura como derecho humano.
Te puede interesar: Morat sigue añadiendo fechas en su gira de estadios 2024
“Aquí hay una violencia relatada. ¿Cuántas veces no se ha repetido eso en la historia de Colombia? Una y otra vez, de manera intermitente, como si fuese un signo, como si fuera una marca de los 17 aurelianos que también morían por esa marca”, dijo el mandatario colombiano en alusión a La vorágine, una novela que relata, en medio de la espesura amazónica, la barbarie de la violencia que trajo a comienzos del siglo la extracción cauchera en esta región.
Por su parte, el presidente de Brasil, señaló que “la literatura es un derecho humano, porque es un bien indispensable en nuestra humanización. Leer es ser libre, incluso cuando físicamente intentan aislarnos o encarcelarnos, pues simboliza la lucha por un país más justo (…) Necesitamos más libros y menos armas. De más conocimiento, educación, ciencia e innovación”.
En su intervención, el presidente de Corferias, Andrés López Valderrama, destacó el impacto positivo que tiene la realización de la FILBo, en la mejora de los niveles de lectura en Colombia, gracias a la amplitud y diversidad de su programación, este año dedicada al eje conceptual de Lee la Naturaleza. “La edición número 36 de la FILBo es posible gracias al trabajo incansable de la Cámara Colombiana del Libro, un aliado indispensable que este año nuevamente nos sorprende con una amplia agenda académica que nos invita a entablar conversaciones profundas entorno a los temas que hoy son fundamentales para la sociedad. Sea esta una oportunidad para encontrarnos con la naturaleza, con sus historias y enseñanzas que nos deben llevar a valorarla y a cuidarla con cada una de nuestras acciones”, señaló.
Te puede interesar: La inspiradora historia de “Rojo carmesí”
A su vez, el presidente de la Cámara Colombiana del Libro, Emiro Aristizábal, lanzó una propuesta para incrementar los índices de lectura en el país, así como el acceso de más colombianos a los libros. “Presidente Petro, sería un gran logro de su gobierno, y para usted que sabemos es un gran lector, que pudiéramos diseñar y poner en práctica un plan de fomento a la lectura que nos permitiera llegar en unos dos años a un promedio 4 libros per cápita; y de 8 libros entre quienes leen. Con un gran conocedor del libro y la lectura como el ministro Juan David Correa, creo que podríamos alcanzar esos objetivos en una articulación del gobierno con todos los actores de la cadena del libro en Colombia. Sé que es una meta ambiciosa, pero no por ello utópica”, concluyó.
Uno de los momentos más emotivos de la noche, fue la intervención de las escritoras Irene Vallejo y Luciany Aparecida, quienes tuvieron a su cargo, las conferencias magistrales de la inauguración de la FILBo.
Vallejo, filóloga y escritora española mundialmente reconocida por su exitoso ensayo El infinito en un junco, aseguró en su conferencia que la invención de la escritura y la lectura “modificó nuestra capacidad para pensar, que a su vez transformó para siempre la evolución intelectual de nuestra especie y cimentó un extraordinario y vertiginoso progreso histórico. Escribir se convirtió en una suerte de asidero, de certeza, nuestro dique contra la destrucción, la calumnia o la amnesia. Como escribió Gabriel García Márquez, “vivimos en una realidad escurridiza, momentáneamente capturada por las palabras””.
Te puede interesar: Alec Monopoly deja huella con su arte y su música en Medellín
Para Luciany Aparecida, “creo que la lectura literaria puede educarnos para que nos veamos mejor a nosotros mismos y a quienes tenemos alrededor (…) Leer nuestros libros es acceder a una intelectualidad que está diciendo que tenemos esperanza en mundos posibles, pero que jamás podremos olvidar lo que vivieron nuestros antepasados. Leer nuestros libros es decir que tenemos memoria”.
Una vez finalizada la ceremonia de inauguración, los mandatarios de Colombia y Brasil caminaron hasta el pabellón de Brasil, al que dieron apertura de manera oficial, acompañados por las autoridades y delegaciones de ambos países.