- Mario Vargas Llosa, su obra, hecha de pensamiento, cuerpo y palabra, seguirá acompañando a generaciones que encuentran en sus libros distintas formas de mirar el mundo.
- La FILBo lo despidió con gratitud, recordando que hay autores cuya presencia permanece viva mientras existan lectores dispuestos a reencontrarse con sus palabras.
Al recibir el galardón como Premio Nobel de Literatura, el escritor peruano Mario Vargas Llosa pronunció las siguientes palabras: “Aprendí a leer a los cinco años, en la clase del hermano Justiniano, en el Colegio de la Salle, en Cochabamba (Bolivia). Es la cosa más importante que me ha pasado en la vida”. Así iniciaba su discurso de aceptación, el autor de libros tan importantes como La fiesta del chivo, La guerra del fin del mundo, La ciudad y los perros, Conversación en la catedral y varias decenas de títulos más entre novelas, cuentos, ensayos, teatro y estudios críticos.
Te puede interesar: Nicky Jam arranca su “Sunshine tour” con sold outs en Chile
Por eso, la muerte de Vargas Llosa, que se dio el pasado domingo 13 de abril en la ciudad de Lima, es una pérdida mayúscula para las letras latinoamericanas y mundiales. Con un estilo preciso y elegante, con una vocación por el detalle y la precisión histórica, este escritor hizo parte del denominado “Boom latinoamericano”: un fenómeno editorial que en las décadas del sesenta y setenta permitió que el mundo leyera a autores de la talla de Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Carlos Fuentes y, por supuesto, Mario Vargas Llosa.
Para la Feria Internacional del Libro de Bogotá, FILBo, la muerte de este gigante de la literatura hispanoamericana representa, además, la pérdida de una parte viva de nuestra historia. Vargas Llosa estuvo presente en las ediciones de 1997, 2003, 2004, 2014 y 2018, ocasiones en las cuales compartió con el público su vasto conocimiento, su sabiduría literaria, la elegancia de su humor y su enciclopédica manera de compartir su amplio universo lector, que incluía a nombres que fueron fundamentales en sus años de formación: Flaubert, Victor Hugo, Jorge Luis Borges o Jean-Paul Sartre.